Aciertos y desafíos de bitcoin en El Salvador, según la compañía que facilitó su adopción

Cuando la compañía cripto Athena Bitcoin comenzó a operar, en 2015, prometió convertirse en un actor importante de su sector. La firma, con sede en Chicago, comenzó a realizar transacciones a través de mesas de operaciones extrabursátiles, también conocidas como over-the-counter (OTC), y proporcionó a los primeros inversores una plataforma en la cual negociar.

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Matías A. Goldenhörn, actual director de la empresa en América Latina, se incorporó a Athena Bitcoin en 2017, año en el que la compañía desplegó su primer cajero automático de bitcoin (BTC) en Bogotá, Colombia, para luego llevar la idea a Argentina.

Esta pieza es parte de la Payments Week de CoinDesk.

En 2019 la empresa vio que el interés por las criptomonedas despegaba, por lo que plantó raíces digitales en Puerto Rico, aunque se mantuvo a la espera en países más grandes como México, en parte debido a su gran tamaño y a las dudas iniciales sobre si un país tan grande adoptaría algo tan nuevo.

Un año después Athena Bitcoin se asoció con Bitcoin Beach, una iniciativa destinada a hacer crecer el ecosistema Bitcoin en la zona costera de El Salvador, El Zonte. La mayoría de los residentes de la zona carecen de acceso a cuentas bancarias y los negocios locales no pueden acceder a cuentas comerciales, necesarias para aceptar tarjetas de crédito como forma de pago.

El año pasado el presidente Nayib Bukele presentó un proyecto de ley para que bitcoin tuviera curso legal. Tres días después, una supermayoría de la legislatura del país votó a favor de la propuesta del presidente, y bitcoin fue reconocido formalmente como moneda de curso legal.

En ese entonces Athena consideraba si desplegar más cajeros automáticos sería viable. "Decidimos acelerar nuestro proceso", dijo Goldenhörn. "Fue una locura. Una semana después de que Bukele lo anunciara, estábamos aterrizando en El Salvador con más cajeros automáticos, esencialmente haciendo una promesa de apoyo a la iniciativa".

No todo ha sido un camino ascendente para Athena. Ya en 2018, en Argentina, la plataforma se había topado con un problema cuando lanzó Athena pay, un sistema de pago en punto de venta (PoS, por sus siglas en inglés) para cobrar en bitcoin. Athena descubrió rápidamente que no había tanta gente que buscara pagar con bitcoin, y finalmente la empresa lo dejó inactivo.

En El Salvador se asoció con la billetera virtual Chivo Wallet creada por el gobierno del país para sus residentes, la cual les permite realizar transacciones con bitcoin.

La decisión de invertir en más cajeros automáticos en El Salvador estuvo basada en el rendimiento del primer conjunto de cajeros donados en El Zonte y en otras zonas de El Salvador, como El Tunco, una popular área de surf conocida como el "paraíso de los hippies", y San Salvador, la capital del país.

"Normalmente, no nos gusta entrar en un mercado con un solo cajero porque no es sostenible", dijo Goldenhörn. "Necesitamos que el mercado pueda albergar varios cajeros".

Goldenhörn considera que el "lanzamiento aéreo" de $50 en BTC por parte del Gobierno a todos los salvadoreños ofrece a los residentes un mayor acceso a los servicios financieros, "especialmente a las personas que nunca habían tenido una cuenta bancaria", dijo.

"Es un concepto novedoso ver tu teléfono y ver el dinero allí", dijo Goldenhörn.

Pero no todo fue un camino de rosas. Hubo contratiempos iniciales para la empresa y su producto. Algunos, irónicamente, se debieron a que demasiadas personas intentaron descargar el monedero al mismo tiempo, dijo Goldenhörn.

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La relación entre Athena Bitcoin y el presidente Bukele creció, en parte, debido a la rápida puesta en marcha y porque Bukele quería seguir adelante con el proyecto, a pesar de la persistente incertidumbre en torno a su éxito. Eso significaba que Athena tendría que reunirse con el presidente para discutir el despliegue de más cajeros automáticos esa semana después de su anuncio.

Goldenhörn describe al joven presidente como alguien con "mucha energía" que "pone toda la carne en el asador para lo que quiere hacer". También señala que el Presidente Bukele "dirige el país como un CEO" y se involucró en todos los detalles del proyecto, dado el plazo que tenía la empresa.

"Hace tres años, los bancos no querían tratar con bitcoin, y mucho menos los políticos", afirma. Para Athena, conseguir una reunión con el director de un banco era casi imposible y ahora, de repente, la empresa con sede en Chicago estaba trabajando con el presidente de El Salvador.

Pero Goldenhörn reconoce que un proyecto de esta magnitud nunca sería perfecto. "Creo que si hubiera tardado mucho más tiempo en lanzarse, el proyecto no se habría hecho realidad debido a toda la oposición", dijo.

"No creo que ningún presidente tenga las agallas de apostar por el bitcoin en un futuro próximo", dijo. Dicho esto, no sabe qué éxito tendrá exactamente, porque el experimento es muy nuevo.

Lo que sí sabe es que Bukele expuso a todo el país al bitcoin, y con "sólo estar expuesto a bitcoin una mayor población del país va a encontrar el valor". Eso no significa que todos los residentes vayan a utilizar bitcoin. El conocimiento limitado de la tecnología y la volatilidad inherente a esa criptomoneda podrían frenar su adopción.

Pero Goldenhörn está convencido de que Bukele va en serio con su revolución bitcoin. "Quiere agitar el barco y sacudir el árbol, y cambiar las reglas del juego, para que El Salvador en general, pueda ser mejor", dijo.